La economía nos exige, pero no hay mejor trabajo que el que se lo hace con amor y gusto.
La experiencia de conocer nuevas personas, destinos y hacer lo que nos gusta - bailar los ritmos del Inti Raymi -, nos motivó a participar en los talleres de danza popular en Llano Chico, y los barrios Colinas del Valle y Ecuador.
"Recuperar las festividades y costumbres no es solo dar una mirada al pasado, es más bien buscar los fundamentos para responder a las nuevas condiciones de los tiempos actuales. Un pueblo sin historia es un árbol sin raíz".
En nuestras fiestas, el actor es la comunidad, todos participan: los niños y los viejos, los hombres y las mujeres, los propios y los forasteros, los naturales y los mishos, cada cual tiene su papel. En nuestras fiestas el sentido profundo es compartir la alegría, redistribuír los bienes para el conjunto de la comunidad.
Arrancamos al medio día del sábado y terminamos el domingo por la tarde, les visitamos entre semana y nos damos cuenta, que estando tan cerca, de pronto somos muy lejanos; buscamos significados, valores, creencias, leyendas, mitos; miramos las organizaciones, las tendencias religiosas y en definitiva, contemplamos costumbres y tradiciones.
Reflexionamos sobre una forma de vida y miramos en nuestra gente lo mismo que en las experiencias anteriores, aceptar la superposición de dos visiones del mundo, la de los pueblos ancestrales y la conquista con su religión.
Nuestras tareas cotidianas las hacemos con mayor entrega, esperamos no tener nada pendiente, nos organizamos mejor con nuestros hijos, el compartir con la familia lo explotamos a plenitud, iniciamos nuestros talleres y aunque parece una marathón, vivimos nuestras raíces.
Alexandra y Stalin
La experiencia de conocer nuevas personas, destinos y hacer lo que nos gusta - bailar los ritmos del Inti Raymi -, nos motivó a participar en los talleres de danza popular en Llano Chico, y los barrios Colinas del Valle y Ecuador.
"Recuperar las festividades y costumbres no es solo dar una mirada al pasado, es más bien buscar los fundamentos para responder a las nuevas condiciones de los tiempos actuales. Un pueblo sin historia es un árbol sin raíz".
En nuestras fiestas, el actor es la comunidad, todos participan: los niños y los viejos, los hombres y las mujeres, los propios y los forasteros, los naturales y los mishos, cada cual tiene su papel. En nuestras fiestas el sentido profundo es compartir la alegría, redistribuír los bienes para el conjunto de la comunidad.
Arrancamos al medio día del sábado y terminamos el domingo por la tarde, les visitamos entre semana y nos damos cuenta, que estando tan cerca, de pronto somos muy lejanos; buscamos significados, valores, creencias, leyendas, mitos; miramos las organizaciones, las tendencias religiosas y en definitiva, contemplamos costumbres y tradiciones.
Reflexionamos sobre una forma de vida y miramos en nuestra gente lo mismo que en las experiencias anteriores, aceptar la superposición de dos visiones del mundo, la de los pueblos ancestrales y la conquista con su religión.
Nuestras tareas cotidianas las hacemos con mayor entrega, esperamos no tener nada pendiente, nos organizamos mejor con nuestros hijos, el compartir con la familia lo explotamos a plenitud, iniciamos nuestros talleres y aunque parece una marathón, vivimos nuestras raíces.
Alexandra y Stalin
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